INCENDIO MATHIESEN MOLYPAC
LO ESPEJO – CHILE
Día: Domingo 17 de Diciembre de 1995.
Hora: 09:15 horas AM.
Lugar: Empresa Mathiesen Molypac.
Ubicación: Lo Sierra 02360, comuna de San Bernardo. Sector suburbano en el sur poniente de la ciudad de Santiago, en un sector con instalaciones de industrias y empresas ubicadas en una vía que se conecta a las carreteras que entran y salen de la ciudad.
Los sectores residenciales aledaños se radican con posterioridad a la instalación del sector industrial.
Alarma
Un bombero voluntario que pasaba por el lugar se percata del siniestro y da la alarma por su equipo de radio. Por las características del sector y ante la gran cantidad de humo, solicita el despacho de las unidades del Cuerpo de Bomberos de la Comuna de la Cisterna, las cuales concurren simultáneamente con el del Cuerpo de Bomberos de San Bernardo, que a su vez estaba recibiendo múltiples alarmas. En total a esta primera respuesta concurren 6 unidades de bomberos.
En la empresa ese día todo el personal ejecutivo, administrativo y operarios asistían a una celebración prenavideña con sus familias, en un lugar cercano a la capital. Dos guardias de seguridad reemplazantes custodiaban el lugar.
Corresponde el mando al Comandante del Cuerpo de Bomberos local, perteneciente a San Bernardo, el cual ante la magnitud del incendio, solicita de inmediato la concurrencia de material de apoyo de las comunas vecinas, las que respondieron enviando casi todo su material, al mando de sus respectivos Comandantes, quienes dirigieron independientemente sus propias unidades.
Instalaciones
Se trata de estructuras de ladrillos y concreto con techos de zinc conformando bodegas, galpones y oficinas con patios atiborrados con gran cantidad de tambores de 200 litros, contenedores de gases de alta presión, tanques de combustibles y vagones tanque de ferrocarriles, ninguno de los contenedores individualiza sus contenidos.
Esta empresa está limitada por cierres perimetrales, por todos sus costados y rodeada de sitios eriazos.
La información indica que este recinto estaba destinado al almacenaje de productos químicos, previos a su distribución.
Desde gran distancia (todo Santiago) se observa una gruesa columna de humo negro, escuchándose explosiones de magnitudes diversas.
El Comandante local procede a atacar el fuego con líneas de agua, circunscribiendo la empresa, a medida que empiezan a llegar las unidades de apoyo, a las cuales se les ordena ubicarse en el lugar que estimen conveniente y ataquen de acuerdo a sus recursos. En todo ese tiempo se sucedían las explosiones lanzando al aire tambores y esquirlas metálicas, convirtiendo las instalaciones en un gigantesco incendio. Aún no se obtenía un listado de los productos almacenados y ni contacto con los directivos de la empresa.
Se toma conocimiento de una víctima mortal, funcionaria de la escuela D593, que falleció instantáneamente al recibir un trozo metálico caliente de un cilindro de gas a presión de un contenedor de gas freón. El patio de esta escuela se encontraba a 300 metros de distancia, su sobrina que estaba relativamente cerca sufrió un traumatismo múltiple, debido a la onda de choque del impacto, siendo enviada y tratada al Hospital Parroquial de San Bernardo.
Se obtiene información y contacto con el encargado de prevención y seguridad, el cual se reúne con los diferentes Comandantes en el interior de un vehículo de comunicaciones del Cuerpo de Bomberos de Santiago, en lo que inicialmente se visualizaba como una reunión de planeamiento de Comando de Incidentes y la instalación de un Puesto de Mando. Se encontraban presentes el Director de ONEMI, Señor Fernando Maturana y directivos de autoridades regionales, salud y Carabineros.
Se estableció de un sector con gran cobertura de ambulancias de bomberos, servicios públicos y privados, además de los dos hospitales al cual se estaban derivando los accidentados. A cargo estaban los máximos ejecutivos de salud pública y con posterioridad se hace presente el señor Ministro de Salud.
La policía estableció una eficaz labor al aislar el sector en una distancia de aproximadamente dos kilómetros, en la cual se incluyó una zona para el estacionamiento de los vehículos particulares de los voluntarios de bomberos, los cuales se trasladaban al lugar por medio de un sistema rotativo de medios de transportes de bomberos.
Se informó de los siguientes productos involucrados:
No existía información sobre cantidades, ni lugar de almacenaje. (En los días siguientes se obtuvo una lista que incluía 159 productos).
Se informó sobre las gestiones para obtener grandes cantidades de espuma resistente a alcoholes para usarlas en el posible combate de los 70.000 litros de etanol, contenido en los vagones tanque y que se estaban enfriando con grandes volúmenes de agua. (Al finalizar el día se supo que los contenedores, no contenían etanol y se encontraban vacíos, gran parte de la táctica fue impedir que se calentarán).
En esos instantes se produce una fuerte explosión. En principio algunos Comandantes y con posterioridad, todo el resto se dirigieron al interior del incendio para imponerse de las condiciones de seguridad de su personal. Esta fue la única reunión de coordinación de ese primer día.
El puesto de mando se reubica tres cuadras hacia el noroeste del incendio. En definitiva cada directivo se ubicó con sus respectivas fuerzas.
Al ingresar los comandantes re organizan las líneas a un lugar más retirado, no por ello más seguro, y se continuó lanzando agua con pitones operados por personal de bomberos.
A medida que transcurría el tiempo seguían llegando al lugar unidades de Bomberos, las cuales procedían al despliegue de su material e instalaban sus pitones en aquellos lugares en que podían aportar al control de incendio.
Asimismo se hacían presentes autoridades y representantes de instituciones como
Servicio de Salud del Ambiente, Oficina Nacional de Emergencia, Corporación Nacional del Medio Ambiente, Cruz Roja y otras organizaciones relacionadas con emergencias. Su concurrencia al lugar es consecuencia directa del gran despliegue de información transmitido en directo por los canales de televisión, también lo hacen miles de curiosos, que si bien no atravesaron las barreras, se mantuvieron bajo la pluma de humo en ciertos momentos de cambio de viento.
Por no contar con los monitores y detectores ambientales apropiados, no se midió la cantidad de partículas ni los gases que se generaban, pero a simple vista, se apreciaba la corrosión ácida de los elementos particulados que caían sobre la superficie de los combatientes y vehículos, lo que obligaba a su traslado.
La gran nube tóxica que emanada de la planta, obliga la evacuación de una población agrupada en una extensión de seis cuadras, cuyos habitantes a pesar de la labor de la policía, se niegan a abandonar sus residencias y salir del sector contaminado, asumiendo las consecuencias de salud, las cuales son imprevisibles a la fecha.
El siniestro se siguió enfrentando como un incendio común y no como un incidente con Materiales Peligrosos.
Nuevamente empezaron a adelantarse las líneas y se incorporó a las tareas una carro bomba de aeropuerto con su monitor y se sumó un helicóptero para incendios forestales, que lanzó espuma A/FFF sobre los focos en una acción arriesgada e ilógica, ya que contra toda norma, se expuso a las explosiones, y generó turbulencias aire, humo y gases tóxicos, los cuales envolvieron a los bomberos.
No se apreció ningún efecto práctico.
Control 15:30 horas el fuego se circunscribe totalmente y empieza la etapa de extinción.
Se procedió a la retirada gradual del material y personal.
A las 18:30 horas solamente quedaban pequeños focos y gran cantidad de vapores y gases tóxicos.
El trabajo de extinción total y eliminación de residuos, se extendió por aproximadamente dos semanas.
Debido a la espectacularidad del incendio y su transmisión directa por televisión, con reportajes y entrevistas en el lugar, se generó una gran cantidad de corrientes de opinión sobre las industrias del área metropolitana, sus sistemas de seguridad y el control de fiscalización por parte de los organismos pertinentes.
Los medios de comunicación destacaron la valentía y el arrojo con que los bomberos combatieron el incendio.
Diferentes sectores ofrecieron ayuda económica y proporcionar medios de información de bases de datos para apoyar tecnológicamente a los bomberos en su especialización como unidades de Materiales Peligrosos.
Se multiplicaron las demandas y los juicios consiguientes entre los afectados y la empresa comprometida. El juicio popular pretendía establecer sobre quién llegó primero, si la industria o los habitantes residenciales.
Se constató la falta de respuesta oportuna de equipos de detección y monitoreo ambiental, en el lugar del incidente.
Con posterioridad se realizaron reuniones de evaluación y análisis entre las autoridades y organismos de respuesta a emergencias, obteniéndose conclusiones como:
Agosto 1997
Preparado por Leonardo Sandoval Labbé
Especialista en Materiales Peligrosos
Servicios de descontaminación, limpiezas, respuesta a derrames, fugas y control de emergencias con Materiales Peligrosos.
Cursos de manejo de sustancias peligrosas: nivel advertencia, nivel operaciones, respuesta técnica, administración de emergencias, respuesta técnica con amoníaco, respuesta térmica con gas cloro, control de incendios.
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